Como ya hemos mencionado en varias ocasiones, en 3els apostamos por un turismo sostenible.
Pero... ¿qué es el turismo sostenible?
Según la Organización Mundial de Turismo (OMT) es “el turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.
Es decir, que los principios de la sostenibilidad se refieren tanto al aspecto medioambiental como al económico y sociocultural. El objetivo es establecer un equilibrio adecuado entre estas tres dimensiones. De esta manera, garantizamos que se mantengan a largo plazo sin agotar los recursos o causar daño al medio ambiente.
Y... ¿qué implica ser un turista responsable?
1) Priorizar el uso del transporte público u otros medios no contaminantes como los vehículos eléctricos, por ejemplo. También existen maravillosas rutas en bicicleta o a pie tanto por las ciudades como por los entornos naturales. Descubrirás los lugares de una manera diferente, sobre todo si las haces acompañado de expertos guías locales.
2) Respetar la cultura y la tradición. Cada vez hay más demanda de inmersión cultural con la población del destino visitado. Los turistas se sienten atraídos por una cultura diferente y quieren experimentarla en primera persona. Estas actividades son un gran apoyo a la economía local pero es primordial realizarlas con absoluto respecto. Se debe tener una gran empatía hacía las diferentes maneras de vivir y de pensar.
3) Evitar participar en actividades que generen impacto negativo. Aquellas que promuevan explotación de menores, vulneración de los derechos humanos, servicios no regulados por la ley, actividades contaminantes, etc. Afortunadamente, cada vez existen más proyectos responsables a los cuales apoyar durante nuestras visitas. Restaurantes que consumen productos de proximidad, bodegas de producción ecológica, hoteles de gestión sostenible, proyectos solidarios, etc. De esta manera, contribuimos a una distribución más justa de los recursos y a la generación de beneficios socio-económicos en la comunidad.
4) Respetar el medio ambiente. Debemos minimizar al máximo nuestro impacto cuando visitamos entornos naturales. No generar residuos ni hacer un mal uso de los recursos naturales, como puede ser el agua. Aunque estemos de vacaciones, podemos reducir nuestro consumo con gestos cotidianos. Ducharnos en vez de llenar la bañera o utilizar las toallas por un par de días (en vez de que nos las cambien a diario) ahorrarán unos litros!
5) No participar en actividades que impliquen explotación de animales. Nos puede parecer muy atractivo y divertido montar en elefante, dar de comer a una jirafa, acariciar un Koala o participar en festivales tradicionales donde se utilicen animales. Muchos de nosotros (me incluyo) lo hemos hecho alguna vez sin pensar en que se esconde detrás de estas actividades. La triste realidad es que, en la mayoría de casos, van ligadas al maltrato hacia esos animales. Se les aparta de su entorno natural, se les priva de su libertad y se les somete a situaciones de estrés extremas. Por estos motivos, vale la pena pensar si queremos ser partícipe de ello antes de contratar estas experiencias.
Aunque podríamos entrar en mucho más detalle, creo que estos 5 puntos son un buen resumen de las principales actuaciones a tener en cuenta para ser un turista responsable. En realidad, lo extrapolaría a la vida en general porqué es nuestro deber respetarnos a nosotros mismos, a todos los seres vivos y a nuestro entorno. No se trata de llevarlo al extremo (los extremos nunca son buenos) pero sí de ser conscientes de lo que implican nuestros actos y de ser responsables en todos los ámbitos. Ese debería ser nuestro modus vivendi, o al menos así lo entendemos nosotros. Por esta razón, en 3els trabajamos cada día para ofrecer, en la medida de lo posible, servicios justos, ecológicos y solidarios.